Por Eliyahu ben Avraham,
En el Tanaj se mencionan dos veces a los shedim*, y esta palabra ha sido traducida erróneamente como «demonios» en la mayoría de las versiones bíblicas, el problema de esa traducción es que en el judaísmo y en el Tanaj no hay demonios, ya que ese concepto es propio de las religiones paganas que creen en una dualidad de poderes, es decir, el bien y el mal enfrentándose constantemente, lo cual es contrario al monoteísmo bíblico.
Lo cierto es que YIHWEH es el rey del universo, y la idea de que anden seres invisibles haciendo lo que se les de la gana por el mundo, no se ajusta al mensaje de las Sagradas Escrituras, porque YIHWEH Dios es todopoderoso, además, todos los ángeles le alaban y le bendicen.
Veamos algunas Escrituras:
«El es Todopoderoso, al cual no alcanzamos; grande en poder, y en juicio, y en multitud de justicia no aflige.» (Iyov/Job 37:23)
«Bendecid a YIHWEH, vosotros sus ángeles, poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra, obedeciendo a la voz de su precepto.» (Tehilim/Salmos 103:20-21)
«Alabadle, vosotros todos sus ángeles: alabadle, vosotros todos sus ejércitos.» (Tehilim/Salmos 148:2)
«YIHWEH afirmó en los cielos su trono; y su reino domina sobre todos.» (Tehilim/Salmos 103:19)
«Porque YIHWEH el Altísimo es temible; Rey grande sobre toda la tierra.» (Tehilim/Salmos 47:2)
Entonces, podemos llegar a la conclusión de que el Eterno no tiene rival, y que todos sus ángeles le obedecen, por lo tanto, los shedim no pueden ser ángeles rebeldes, ni nada semejante. Creer en demonios es idolatría, porque se pone en duda que el Eterno es Todopoderoso.
¿Qué dice el Talmud?
En el Talmud se menciona a estas entidades como seres invisibles, que pueden volar, comer, beber, y multiplicarse como los humanos. (Chagigah 16a, Talmud Babilónico)
Pero el Talmud no es palabra inspirada por YIHWEH, solo es una recopilación de comentarios y fábulas, que pueden llegar a tergiversar los conceptos y leyes de la Torá, así que no debe ser utilizado para comprender las Escrituras.
¿Qué dicen las Escrituras inspiradas?
Según el Tanaj, los shedim eran los ídolos de Kenaán, es decir, las estatuas que adoraban los kenaanitas.
«Y sirvieron a sus ídolos; los cuales les fueron por ruina. Y sacrificaron sus hijos y sus hijas a los shedim; y derramaron la sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas, que sacrificaron a los ídolos de Kenaán: Y la tierra fue contaminada con sangre.» (Tehilim/Salmos 106:36-38)
«Sacrificaron a los shedim, no a Dios; a dioses que no habían conocido, a nuevos dioses venidos de cerca, que no habían temido vuestros padres.» (Devarim/Deuteronomio 32:17)
Entonces, los shedim solo eran los ídolos de los kenaanitas, ante los cuales el pueblo de Israel realizó sacrificios humanos, imitando las costumbres de las naciones vecinas.
Esas conductas idólatras se encuentran prohibidas en la Torá, la cual enseña a comportarse moralmente. (Levítico 18:26-29; 20:3)
«Y yo pondré mi rostro contra el tal varón, y lo cortaré de entre su pueblo; por cuanto dió de su simiente a Moloj, contaminando mi santuario, y amancillando mi santo nombre.» (Vaikrá/Levítico 20:3)
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* Shedim, ídolos de Kenaán.