Por Eliyahu ben Avraham,
Todos estamos de acuerdo en que el pueblo de Israel debe guardar la Torá para recibir bendiciones, heredar la tierra, y alcanzar la vida eterna, pero, ¿Qué sucede con las personas que no pertenecen al pueblo de Israel?, ¿Deben volverse todos israelitas o existe otra alternativa para acercarse al Creador?.
La Biblia Hebrea enseña que la Ley de Moisés es obligatoria para los hijos de Israel, y para los extranjeros que viven entre los hijos de Israel, pero, ¿y las demás personas?.
El extranjero residente.
En las Escrituras hebreas se menciona al extranjero residente (ger toshav), y se refiere a las personas que no pertenecen al pueblo de Israel, pero viven en Israel o entre los hijos de Israel, estos extranjeros no son conversos al judaísmo, puesto que los convertidos dejan de ser extranjeros, es decir, una persona que se une al pueblo judío se convierte en un judío (Shemot/Éxodo 12:48; Rut 1:16).
Si un ger/extranjero residente se circuncida pasa a ser un israelita naturalizado, es decir, deja de ser un extranjero, entonces la única diferencia entre un israelita y un extranjero residente (ger toshav) es la circuncisión, esto también quiere decir que el extranjero residente ya está guardando los otros mandamientos de la Torá, y solo le faltaba circuncidarse.
Veamos algunas escrituras:
«Mas si algún extranjero peregrinare contigo, y quisiere hacer la pascua a YIHWEH, séale circuncidado todo varón, y entonces se llegará a hacerla, y será como el natural de la tierra; pero ningún incircunciso comerá de ella.» (Shemot/Éxodo 12:48)
El extranjero residente debe guardar el día shabat.
«Mas el séptimo día será reposo para YIHWEH tu Dios: no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas» (Shemot/Éxodo 20:10)
«Seis días harás tus negocios, y al séptimo día holgarás, a fin que descanse tu buey y tu asno, y tome refrigerio el hijo de tu sierva, y el extranjero.» (Shemot/Éxodo 23:12)
El extranjero residente debe respetar la fiesta de panes sin leudar.
«Por siete días no se hallará levadura en vuestras casas, porque cualquiera que comiere leudado, así extranjero como natural del país, aquella alma será cortada de la congregación de Israel.» (Shemot/Éxodo 12:19)
El extranjero residente debe observar Iom Kippur.
«Y esto tendréis por estatuto perpetuo: En el mes séptimo, a los diez del mes, afligiréis vuestras almas, y ninguna obra haréis, ni el natural ni el extranjero que peregrina entre vosotros» (Vaikrá/Levítico 16:29)
El extranjero residente no debe consumir sangre.
«Por tanto, he dicho a los hijos de Israel: Ninguna persona de vosotros comerá sangre, ni el extranjero que peregrina entre vosotros comerá sangre.» (Vaikrá/Levítico 17:12)
El extranjero residente podía presentar sacrificios en el Templo.
«Les dirás también: Cualquier varón de la casa de Israel, o de los extranjeros que peregrinan entre vosotros, que ofreciere holocausto o sacrificio» (Vaikrá/Levítico 17:8)
Los extranjeros residentes deben comer animales puros.
«Y cualquier varón de los hijos de Israel, o de los extranjeros que peregrinan entre ellos, que cogiere caza de animal o de ave QUE SEA PERMITIDO COMER, derramará su sangre y la cubrirá con tierra» (Vaikrá/Levítico 17:13)
Cuando la Escritura dice «de animal o de ave que sea permitido comer», se refiere al tipo de animal, es decir, deben ser animales puros, de lo contrario no está permitido comerlos.
Los extranjeros residentes no deben comer mortecinos ni animales despedazados por fieras.
«Y cualquiera persona que comiere cosa mortecina o despedazada por fiera, así de los naturales como de los extranjeros, lavará sus vestidos y a sí mismo se lavará con agua, y será inmundo hasta la tarde; y se limpiará.» (Vaikrá/Levítico 17:15)
Los extranjeros residentes deben guardar leyes de moralidad sexual.
«Guardad, pues, vosotros mis estatutos y mis derechos, y no hagáis ninguna de todas estas abominaciones: ni el natural ni el extranjero que peregrina entre vosotros.» (Vaikrá/Levítico 18:26)
Los extranjeros residentes no pueden blasfemar el nombre sagrado.
«Y el que blasfemare el nombre de YIHWEH, ha de ser muerto; toda la congregación lo apedreará: así el extranjero como el natural, si blasfemare el Nombre, que muera.» (Vaikrá/Levítico 24:16)
El extranjero residente debe guardar la fiesta de Shavuot.
«Y te alegrarás delante de YIHWEH tu Dios, tú, y tu hijo, y tu hija, y tu siervo, y tu sierva, y el Levita que estuviere en tus ciudades, y el extranjero, y el huérfano, y la viuda, que estuvieren en medio de ti, en el lugar que YIHWEH tu Dios hubiere escogido para hacer habitar allí su nombre.» (Devarim/Deuteronomio 16:11)
Los extranjeros residentes deben guardar la Torá.
«Harás congregar el pueblo, varones y mujeres y niños, y tus extranjeros que estuvieren en tus ciudades, para que oigan y aprendan, y teman a YIHWEH vuestro Dios, y CUIDEN DE PONER POR OBRA TODAS LAS PALABRAS DE ESTA LEY.» (Devarim/Deuteronomio 31:12)
Los forasteros o extranjeros (no residentes).
En Deuteronomio 14:21 se menciona al forastero/nokri o extranjero/ger como alguien que puede comer animales mortecinos, es decir, animales que han muerto por causas naturales, lo cual el extranjero residente tiene prohibido (Levítico 17:15), esta diferencia se explica porque los extranjeros que no habitan entre los hijos de Israel no están obligados a guardar ese mandamiento, pero si todos los preceptos relacionados a la moral y las buenas costumbres.
Cuando un extranjero busca convertirse al judaísmo o unirse al pueblo de Israel, que es lo mismo, en ese caso está obligado a seguir toda la Torá.
«Y a los hijos de los extranjeros que se allegaren a YIHWEH para ministrarle, y que amaren el nombre de YIHWEH para ser sus siervos: a todos los que guardaren el shabat de profanarlo, y abrazaren mi pacto, Yo los llevaré al monte de mi santidad, y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa, casa de oración será llamada de todos los pueblos.» (Ieshaiá/Isaías 56:6-7)
«Y será que, si cuidadosamente aprendieren los caminos de mi pueblo, para jurar en mi nombre, diciendo, Vive YIHWEH, así como enseñaron a mi pueblo a jurar por Baal; ellos serán prosperados en medio de mi pueblo.» (Irmiá/Jeremías 12:16)
«Mas el impío, si se apartare de todos sus pecados que hizo, y guardare todas mis ordenanzas, e hiciere juicio y justicia, de cierto vivirá; no morirá. Todas sus rebeliones que cometió, no le serán recordadas: en su justicia que hizo vivirá.» (Iejezkel/Ezequiel 18:21-22)
El noajismo es una religión inventada en el Talmud.
El Eterno no hizo un pacto solamente con Noaj (Noé), más bien hizo un pacto con todos los seres vivos del planeta, incluidas las aves, los animales y las bestias (Bereshit/Génesis 9:10), el pacto se refiere a que no volvería a destruir a todo ser vivo que habita sobre la tierra, y no tiene ninguna relación con inventar una religión para los no-judíos, ya que el único camino para acercarse al Creador es la Torá.
Ya se ha demostrado que Israel y los extranjeros que viven entre los hijos de Israel, esto incluye a los aspirantes a conversión, deben guardar la Torá (Devarim/Deuteronomio 31:12; Vaikrá/Levítico 17:13-15; Ieshaiá/Isaías 56:6-7), y que si un extranjero residente se circuncida se convierte en un israelita (Shemot/Éxodo 12:48)
Qué mandamientos debe seguir un extranjero.
Si bien es cierto, el extranjero que no habita entre los hijos de Israel no está obligado a seguir los preceptos que fueron revelados exclusivamente a Israel, pero es falso que solo deben seguir siete leyes. Los extranjeros deben seguir todos los preceptos relacionados con la moral y las buenas costumbres, y estos preceptos están en la mente colectiva, ya que todo el mundo sabe que idolatrar, asesinar, robar, mentir, adulterar, violar, estafar, engañar, la glotonería, la avaricia, la codicia, entre otras conductas, son malas para la sociedad, y para la sana convivencia.
Recordemos que Sodoma y Gomorra fueron destruidas por su conducta inmoral, entonces, no se puede afirmar que la conducta moral debe ser observada por todos los pueblos.
Los pueblos cananeos también fueron destruidos o desplazados debido a su conducta idolatría y su conducta inmoral (Devarim/Deuteronomio 7:20-25), entonces, hay leyes para las naciones, y son muchas más que siete.
Los extranjeros deben dejar de creer en falsos dioses, comenzando por ese ídolo llamado Jesús o Yeshúa o Yahshúa que predican en el cristianismo. No hay lugar para ningún falso dios en el monoteísmo, porque la Torá enseña que YIHWEH es UNO (Devarim/Deuteronomio 4:39; 6:4; Ieshaiá/Isaías 43:10; 45:5). Por lo tanto, si un extranjero quiere hacer la voluntad de YIHWEH debe amar y seguir solamente al Dios de Israel: YIHWEH.