Por Eliyahu ben Avraham,
El calendario hebreo comienza sus meses con la luna nueva (Génesis 1:14; Números 10:10), es decir, cuando la luna comienza ser visible en Israel, y se denomina día primero o rosh jodesh [cabeza de mes]. Además, se sabe que el mes lunar tiene un ciclo de 29,53 días, y cada año puede tener 12 o 13 meses lunares porque las cosechas de cebada, trigo y frutos mencionadas en la Torá, se rigen por las estaciones del año, entonces, el año bíblico es solar, y tiene tiene 365,25 días, por este motivo, algunos años tienen 12 meses lunares y otros tienen 13 meses, porque 12 meses lunares solo son 354 días y 13 meses lunares son 384 días, aproximadamente.
«Tocad en luna nueva, el shofar, en el día señalado, en día de nuestra fiesta«
(Salmo 81:3)
«Él hizo la luna para los tiempos»
(Salmo 104:19)
Hoy en día, se puede confeccionar un calendario pre-calculado para todo el año basado en el ciclo de las fases lunares, porque se puede saber exactamente en que fase estará la luna en un momento determinado.
De esta forma, los sabios judíos caraítas elaboran un calendario anual con los rosh jodesh, los días de fiestas, solemnidades, y las principales celebraciones del pueblo de Israel.
El calendario de los sabios judíos caraítas basado en los ciclos lunares se encuentra en el siguiente link: www.karaite.org.il/services/luah
El calendario rabínico no sirve.
Por otro lado, el calendario de Hillel que utiliza el judaísmo rabínico no sirve, porque no se basa en las fases lunares, sino en un promedio que alterna meses de 29 y 30 días, y de esta forma logra aproximarse a las fechas de las fiestas y solemnidades, pero muchas veces no coincide con los días correctos, porque si comienzan el mes con un desfase, todos los días de ese mes estarán desfasados.
Quizá, alguno dirá: «no importa el desfase, lo importante es celebrar», pero si celebramos un día solemne en una fecha que no corresponde, es como no haberlo celebrado, y la sanción por no celebrar algunos días y fiestas solemnes es ser cortado de Israel (Levítico 23:29)
El nuevo año.
El año nuevo comienza cuando la cebada se encuentra en un estado de madurez denominado: «aviv» (Shemot/Éxodo 9:31; 12:2), que se caracteriza porque la cebada se encuentra espigada, amarillenta y quebradiza.
«Este mes os será cabeza de los meses; éste os será primero en los meses del año.» (Shemot/Éxodo 12:2)
Entonces, no se puede dar inicio al nuevo año mientras la cebada no haya alcanzado madurez suficiente, es decir, una vez que la cebada se haya vuelto pálida y quebradiza se puede declarar el mes primero en la próxima luna nueva, y dar inicio al ciclo de fiestas de YIHWEH, puesto que la primera fiesta tiene directa relación con la cebada (Éxodo 12:18; Levítico 23:6-10)
En definitiva, el comienzo de los meses se encuentra regido por la luna nueva/jodesh [חדש] (Génesis 1:14; Salmo 81:3), y el nuevo año por la madurez de la cebada, no por un algoritmo matemático que solo entrega promedios y aproximaciones que conducen a celebrar los días sagrados en fechas incorrectas.