Por Eliyahu ben Avraham,
La oración es un pilar fundamental en nuestra relación con el Creador, y aunque uno puede orar en cualquier momento, espontáneamente, y con sinceridad, vemos algunos ejemplos en las Escrituras donde las oraciones coincidían con el horario de los sacrificios.
Oración y ofrendas animales
Hoy en día, al no haber Templo no se pueden hacer sacrificios, porque los sacrificios solamente se podían hacer en el Templo (Devarim/Deuteronomio 16:5-6; 12:13-14), y en estado de pureza ritual (Bamidbar/Números 9:10-11), veamos algunas Escrituras donde los sacrificios y las oraciones se relacionan.
«Y esto es lo que ofrecerás sobre el altar: dos corderos de un año cada día, sin intermisión. Ofrecerás un cordero a la mañana, y el otro cordero ofrecerás a la caída de la tarde.» (Shemot/Éxodo 29:38-39)
«Yo a Dios clamaré; Y YIHWEH me salvará. Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré; Y él oirá mi voz.» (Salmos 55:17)
«Salmo de David. YIHWEH, a ti he clamado; apresúrate a mí; Escucha mi voz, cuando te invocare. Sea enderezada mi oración delante de ti como un perfume, El don de mis manos como la ofrenda de la tarde.» (Salmo 141:1-2)
«y para asistir cada mañana todos los días a dar gracias y tributar alabanzas a YIHWEH, y asimismo por la tarde» (1 Crónicas 23:30)
«Y Daniel, cuando supo que la escritura estaba firmada, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que estaban hacia Ierushalaim, se hincaba de rodillas tres veces al día, y oraba, y confesaba delante de su Dios, como lo solía hacer antes.» (Daniel 6:10)
«todavía estaba yo hablando en oración, cuando Gavriel, el hombre a quien había visto en la visión al principio, se me acercó, estando yo muy cansado, como a la hora de la ofrenda de la tarde.» (Daniel 9:21)
«Y al sacrificio de la tarde me levanté de mi aflicción; y habiendo rasgado mi vestido y mi manto, me postré de rodillas, y extendí mis palmas a YIHWEH mi Dios.» (Edras 9:5)
Entonces, como hemos visto, las oraciones coincidían con los sacrificios de la mañana y de la tarde, la oración de la mañana coincidía con el alba, al amanecer, y la oración de la tarde es al comenzar la puesta de sol, en el crepúsculo.
En dirección a Ierushalaim, alzar las manos y quitarse los zapatos.
La Escritura habla de alzar las manos hacia el Templo, aunque hoy no hay Templo debemos seguir con esa costumbre y orar en dirección a Ierushalaim, los zapatos deben sacarse al orar y al entrar a la sinagoga porque pueden tener impurezas.
«Y dijo: No te llegues acá; quita tus zapatos de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es » (Éxodo 3:5)
«Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a ti, cuando alzo mis manos al templo de tu santidad.» (Salmos 28:2)
«Alzad vuestras manos al santuario, Y bendecid a YIHWEH.» (Salmo 134:2)
«Asimismo el extranjero, que no es de tu pueblo Israel, que viniere de lejanas tierras a causa de tu nombre. (pues oirán de tu gran nombre, de tu mano fuerte y de tu brazo extendido), y viniere a orar a esta casa, tú oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, y harás conforme a todo aquello por lo cual el extranjero hubiere clamado a ti, para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre y te teman, como tu pueblo Israel, y entiendan que tu nombre es invocado sobre esta casa que yo edifiqué.» (1 Reyes 8:41-43)
«Si pecaren contra ti (porque no hay hombre que no peque), y estuvieres airado contra ellos, y los entregares delante del enemigo, para que los cautive y lleve a tierra enemiga, sea lejos o cerca, y ellos volvieren en sí en la tierra donde fueren cautivos; si se convirtieren, y oraren a ti en la tierra de los que los cautivaron, y dijeren: Pecamos, hemos hecho lo malo, hemos cometido impiedad; y si se convirtieren a ti de todo su corazón y de toda su alma, en la tierra de sus enemigos que los hubieren llevado cautivos, y oraren a ti con el rostro hacia su tierra que tú diste a sus padres, y hacia la ciudad que tú elegiste y la casa que yo he edificado a tu nombre, tú oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, su oración y su súplica, y les harás justicia. Y perdonarás a tu pueblo que había pecado contra ti, y todas sus infracciones con que se hayan rebelado contra ti, y harás que tengan de ellos misericordia los que los hubieren llevado cautivos;» (1 Reyes 8:46-50)
El Eterno no oye a los que desprecian la Ley.
“El que aparta su oído para no oír la ley, su oración también es abominable.” (Proverbios 28:9)
“Lejos está YIHWEH de los impíos: Mas él oye la oración de los justos.” (Mishlei/Proverbios 15:29)
“El sacrificio de los impíos es abominación a YIHWEH: Mas la oración de los justos es su gozo” (Mishlei/Proverbios 15:8)
“Cuando extendiereis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos: asimismo cuando multiplicareis la oración, yo no oiré: llenas están de sangre vuestras manos.” (Ieshaiá/Isaías 1:15)
Postrado o de rodillas.
Algunas personas pueden tener problemas para postrarse o estar mucho tiempo de rodillas, pero si no hay impedimento físico, hay que hacerlo, la humillación ante el Eterno es fundamental, es una señal de respeto ante su presencia y majestad.
«Me postraré hacia tu santo templo, y alabaré tu nombre por tu misericordia y tu verdad; porque has magnificado tu palabra por sobre todo tu nombre.» (Tehilim/Salmo 138:2)
«Entremos a sus moradas; postrémonos ante el estrado de sus pies.» (Tehilim/Salmo 132:7)
«Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos delante de YIHWEH nuestro hacedor.» (Tehilim/Salmo 95:6)
La relación con el Creador es personal.
Si usted ora para recibir perdón, recuerde que la relación con el Creador es personal, es decir, no hay ningún mediador, su pecado debe confesarse directamente a YIHWEH una vez que se haya arrepentido, también puede pedirle tener un «corazón limpio».
«Esconde tu rostro de mis pecados, Y borra todas mis maldades. Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí.» (Tehilim/Salmo 51:9-10)
«Por tanto, yo os juzgaré a cada uno según sus caminos, oh casa de Israel, dice el Señor YIHWEH. Convertíos, y volveos de todas vuestras iniquidades; y no os será la iniquidad causa de ruina.» (Iejezkel/Ezequiel 18:30)
«Y YIHWEH respondió a Moshé: Al que pecare contra mí, a éste raeré yo de mi libro.» (Éxodo 32:33)
Entonces, la oración puede realizarse en cualquier momento, espontáneamente, pero es bueno orar a la hora de las ofrendas, es decir, al amanecer y al atardecer, como lo hacían los hombres justos como Daniel, Ezra, David, entre otros. Estas oraciones deben ser en dirección a Ierushalaim, postrado o de rodillas, y deben dirigirse a YIHWEH, ya que la relación con el Eterno es personal, puesto que no hay ningún mediador entre el Creador y la humanidad.