Por Eliyahu ben Avraham,
En el principio creó Dios los cielos y la tierra
La mayoría de los astrónomos defienden la teoría del Big Bang como el comienzo de todo, esta teoría se refiere a una gran explosión de partículas y energía que provocó la aparición de millones de galaxias, estrellas, planetas, y otros cuerpos repartidos por el universo, esta teoría ha sido confirmada científicamente por el hecho de que las galaxias están alejándose constantemente unas de otras, lo que sugiere que antes toda la materia estaba en un punto común.
Sin embargo, la idea de que el universo tuvo un principio se encuentra expresada claramente en la Torá, porque dice: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Bereshit 1:1). Dándonos a entender que la Creación del universo tuvo un comienzo bien definido, esto es contrario a lo que pensaban los teóricos del universo infinito.
Produzcan las aguas seres vivientes
Después de crear los cielos y la tierra, Dios creó la luz, los mares, el sol y la luna, luego, en el quinto “día”, ordenó a las aguas producir seres vivientes, aves y grandes criaturas marinas, lo cual también armoniza con las teorías científicas.
Las teorías científicas del origen de la vida son las siguientes:
La teoría del caldo primordial.
La teoría hidrotermal.
En ambos casos la comunidad científica dice que la vida comenzó en el agua, pero esto es prácticamente lo mismo que dicen las Escrituras, solo que los científicos suelen omitir a Dios como iniciador de los procesos creativos.
Produzca la tierra seres vivientes
En el sexto día, Dios le ordena a la tierra que produzca seres vivientes, como el ganado, los reptiles y las bestias, luego Dios crea al hombre, o a la humanidad, macho y hembra los creó.
Se puede afirmar que esta es la primera creación de seres humanos, y se les ordenó multiplicarse y llenar la tierra. Estos humanos no aparecieron hace seis mil años, sino hace una cantidad indeterminada de tiempo, para comprender esto debemos considerar la relatividad del tiempo.
La relatividad del tiempo
Primeramente es necesario decir que Dios no está sujeto al tiempo, porque Él está presente tanto en el pasado, como en el futuro.
Dice Dios: “¿Quién obró e hizo esto? ¿Quién llama las generaciones desde el principio? Yo YHWH, el primero, y yo mismo con los postreros.” (Ieshayahu 41:4)
La relatividad del tiempo es una teoría moderna, propuesta por el científico Albert Einstein donde señala que la materia y la velocidad pueden dilatar el tiempo, y esto se encuentra demostrado por medio de diversos experimentos. [i]
Aunque usted no lo crea la relatividad del tiempo ya estaba presente en las Escrituras, veamos un par de ejemplos:
Hace unos 3000 años el rey David escribió: “mil[ii] años ante tus ojos son como el día de ayer que ya pasó, y como una vigilia de la noche” (Tehillim 90:4)
Pongamos atención a la palabra “elef”, la cual generalmente es traducida como mil, pero en algunos casos es traducida como millar, por ejemplo:
“Los carros de Dios son millares (elef) sin número” (Tehilim 68:17)
Entonces, no se puede establecer un dogma con la palabra elef, y hacer cálculos señalando que para Dios un día son mil años para el hombre, porque un día para Dios podrían ser un millón de años para el hombre, o varios millones de años, esto debido al uso variable de la palabra “elef”, y a la relatividad del tiempo, confirmada por la misma Escritura.
Otra Escritura va más allá y dice que la vida del hombre es como un soplo, así de corta es la vida del hombre cuando vemos el tiempo desde otra perspectiva.
“He aquí, tú has hecho mis días muy breves, y mi existencia es como nada delante de ti; ciertamente todo hombre, aun en la plenitud de su vigor, es sólo un soplo. Selah” (Tehillim 39:5)
Entonces, se puede argumentar que los seis días de la Creación mencionados en Bereshit 1, no son seis días literales/humanos, tampoco son períodos de mil años cada uno, sino que son períodos de tiempo indeterminado, pudiendo extenderse cada “día” durante varios millones de años, hasta llegar a la formación de Adam y Java.
Las ciencias matemáticas contra la teoría evolucionista
La comunidad científica reconoce que la evolución es matemáticamente imposible, la probabilidad de que se realicen las millones de mutaciones necesarias para llegar a generar un organismo simple es tan improbable, que se aproxima a cero, y si consideramos todos los organismos complejos existentes, la probabilidad es prácticamente cero.
En el simposio de Wistar celebrado en 1966 en Filadelfia, se reunieron científicos de diversas áreas para discutir sobre el neodarwinismo: ”La conferencia fue presidida por el Premio Nobel Sir Peter Medawar. El consenso general de muchos participantes en la reunión fue que el neodarwinismo simplemente no era matemáticamente sostenible.” [iii]
Los cálculos más optimistas para la evolución de organismos extremadamente simples, resultan en cifras extremadamente improbables, a modo de ejemplo, según señala Institute for Creation Research: “suponiendo que la probabilidad de éxito de cada mutación sea de una entre dos, la teoría estadística elemental muestra que la probabilidad de que 200 mutaciones sucesivas sean exitosas es entonces (½)200, o una probabilidad entre 1060. El número 1060, si se escribiera, sería "uno" seguido de sesenta "ceros". En otras palabras, la probabilidad de que un organismo de 200 componentes pudiera formarse por mutación y selección natural es menor que una probabilidad entre un billón, billón, billón, billón, billón. Para que nadie piense que un sistema de 200 partes es irrazonablemente complejo, conviene señalar que incluso una planta o un animal unicelular puede tener millones de "partes" moleculares.” [iv]
Entonces, si un organismo simple tiene millones de partes moleculares, la posibilidad de una mutación favorable debe ser elevada a esa cantidad, y la posibilidad de una mutación favorable cada dos generaciones no es un valor realista, suponiendo que la mutación favorable ocurra una vez cada 1000 generaciones, este valor debe elevarse a la cantidad de partes moleculares del organismo, resultando un valor absolutamente improbable para el organismo simple, y mucho menos probable para un organismo complejo.
La gran explosión de vida en el período Cámbrico
La aparición espontánea de vida en el período Cámbrico es un dilema para los partidarios de la teoría evolucionista, puesto que en un período de tiempo relativamente corto aparecieron espontáneamente una multitud de organismos pluricelulares, vertebrados, con espina dorsal, y otras características complejas, lo cual entra en clara contradicción con la supuesta evolución gradual de las especies.
La aparición súbita de vida en el periodo Cámbrico es una de las pruebas científicas del diseño inteligente de las especies por parte de un Creador.
“La llamada “explosión Cámbrica” fue un gran evento de diversificación para los seres vivos, una gran explosión de vida, donde aparecen por primera vez en el registro fósil muchos de los grandes grupos de animales que conocemos en la actualidad. Y ello, esta aparición repentina en el registro fósil, es en parte consecuencia de que aparecen las primeras “partes duras” en sus cuerpos: los primeros esqueletos y caparazones facilitaron el proceso de fosilización. La aparición de estos grandes grupos de animales pudo ser rápida en términos geológicos, un proceso que pudo durar unos 10 millones de años.” [v]
La arqueología confirma a las Sagradas Escrituras
Las ciencias arqueológicas han corroborado continuamente los relatos bíblicos, ya sea porque se han encontrado ciudades de las que solo se conocía su existencia por medio de las Escrituras, por el hallazgo de sellos reales y otras reliquias que han confirmado la existencia de personas y lugares mencionados en la Mikrá.
Además de esto, también fueron encontrados los rollos del mar muerto, los cuales confirman la exactitud de las Escrituras hebreas, y la conservación de su mensaje a través del tiempo.
Muchos otros descubrimientos arqueológicos han confirmado los relatos bíblicos, por ejemplo: la estela de Tel Dan que confirma la existencia del rey David, las ruinas de la ciudad de Sedom (Sodoma), el cilindro de Ciro que entrega detalles del exilio babilónico, las ruinas de las ciudades de Nineve y Ierijó, entre otros descubrimientos.
Otras leyes que contradicen los evolucionistas
La Ley de Entropía
La segunda ley de la termodinámica o ley de entropía, nos enseña que en un sistema el resultado siempre tenderá al desorden y al caos.
Según la Enciclopedia Concepto: “Coloquialmente, puede considerarse que la entropía es el desorden de un sistema, es decir, su grado de homogeneidad. Un ejemplo doméstico sería el de lanzar un vaso de cristal al suelo: tenderá a romperse y a esparcirse, mientras que jamás conseguiremos que, lanzando trozos de cristal, se construya un vaso por sí solo.” [vi]
De la misma manera, de acuerdo a la ley de la entropía, jamás podría formarse una célula a partir de experimentos con sustancias químicas en un laboratorio.
Entonces, la ley de la entropía reafirma la intervención divina por parte de un Creador, y si leemos Bereshit 1:2 “la tierra estaba desordenada y vacía”, y luego, se menciona la intervención divina, la creación de las plantas, los monstruos, los animales, y el ser humano. Por lo tanto, la formación de un planeta habitable, requiere la intervención de un Dios creador, pues de otra manera, la tierra habría seguido en desorden y caos, debido a la ley de entropía.
La Ley de Biogénesis
Se refiere a que todo organismo vivo proviene de otro organismo vivo, entonces, no hay ninguna posibilidad para la generación espontanea de la vida. Entonces, esta ley biológica respalda la creación por intervención divina.
Veamos la definición en un diccionario médico: “La biogénesis es un concepto fundamental en la biología y la medicina que se refiere al proceso mediante el cual se forman y desarrollan los organismos vivos a partir de otros organismos vivos. Este principio contrasta con la teoría de la generación espontánea, que postulaba que la vida podía surgir de materia inerte. La aceptación de la biogénesis como una ley universal de la biología se consolidó gracias a los experimentos del científico Louis Pasteur en el siglo XIX, que demostraron de manera concluyente que la vida no surge espontáneamente.” [vii]
Conclusiones
Como se ha demostrado en este estudio, las principales ciencias apoyan la enseñanza de que el universo y todo lo que existe fue creado por un ser superior. De esta manera, astronomía, la biología, la física, las matemáticas, y la arqueología armonizan con las enseñanzas de la Mikrá (Tanaj).
Los dilemas planteados por los evolucionistas no se basan en ciencia real, sino en suposiciones y prejuicios, por ejemplo: suponen que la Mikrá enseña que el mundo fue creado hace unos 6000 años, pero en realidad las Escrituras no enseñan eso, porque el tiempo es un concepto relativo, y no podemos pensar que los días de la Creación son días de 24 horas, o días humanos, por la sencilla razón de que la humanidad aún no había sido creada, además, el sol fue creado recién en el cuarto día o período de tiempo. Sin embargo, el tiempo humano puede considerarse como tal, desde la Creación de Adam y Java.
Hay razones para concluir que la creación de la humanidad mencionada en Bereshit 1:26, no es la misma creación de humanos mencionada en Bereshit 2:7-23, de hecho, en Bereshit 1:26 dice que Adonai creó (asah) a Adam, es decir, a la humanidad, y en Bereshit 2:7 dice que formó (yatzar) a Adam, pero el contexto se refiere a un hombre, y luego formó a Java. Esta interpretación nos puede ayudar a comprender mejor otros temas de las Escrituras, por ejemplo: ¿Por qué Cayin temía ser asesinado por algún hombre?, o ¿Con quién se casó en tierra de Nod?. Esto también explicaría porque los arqueólogos encuentran restos de humanos que existieron hace decenas o cientos de miles de años, siendo que Adam y Java fueron formados hace tan solo unos pocos miles de años.
* Las opiniones vertidas en el presente artículo, no representan necesariamente la postura del judaísmo caraíta en general, la finalidad del autor de este estudio es presentar un punto de vista alternativo, que tenga fundamento en la Mikrá, para demostrar que existe abundante respaldo científico para las enseñanzas de las Sagradas Escrituras. Quedando demostrado por la Torá y por las leyes de la ciencia que Dios creó todas las cosas.
Referencias
[i] Equipo Universia (2014). Comprueban la Teoría de la Dilatación del Tiempo de Einstein. Universia. https://www.universia.net/es/actualidad/orientacion-academica/comprueban-teoria-dilatacion-tiempo-einstein-1111912.html
[ii] Elef, la mayoría de las veces ha sido traducido como mil, pero también como millar. (Tehilim 68:17)
[iii] Luskin, Casey (2006). Mathematicians and Evolution. Evolution News. https://evolutionnews.org/2006/07/mathematicians_and_evolution/
[iv] Morris, Henry (2003). The Mathematical of Impossibility of Evolution. Institute of Creation Research. https://www.icr.org/article/mathematical-impossibility-evolution/
[v] Gascó-Lluna, Francesc (2022). “El Cámbrico, o cuando la evolución se volvió loca”. Muy Interesante. https://www.muyinteresante.com/ciencia/16499.html
[vi] Coluccio Leskow, Estefania (15 de julio de 2021). Leyes de la termodinámica. Enciclopedia Concepto. Recuperado el 3 de octubre de 2024 de https://concepto.de/leyes-de-la-termodinamica/
[vii] Diccionario Médico (2023). Biogénesis. Clínica Universidad de Navarra. https://www.cun.es/diccionario-medico/terminos/biogenesis