Por Eliyahu ben Avraham,
En la Biblia Hebrea o Tanaj no encontrará la orden de diezmar dinero, porque esa instrucción en realidad es un mandamiento de hombre inventado por individuos que buscan lucrar con la fé de las personas, ya que el diezmo bíblico nunca ha sido dinero, sino que era la décima parte de las cosechas de cebada, trigo, frutos, vino, y el aceite, producidos en la tierra de Israel, así como también de los animales criados en Israel. (Vaikrá/Levítico 27:30-34; Devarim/Deuteronomio 26:1).
Sin embargo, las leyes de los diezmos sólo eran aplicables cuando había Templo en Ierushalaim, levitas ministrando y sacerdocio aarónico, por eso ahora no es posible observar esas leyes, porque Israel se encuentra en el exilio y el Templo fue destruido por los romanos en el año 70 EC.
A continuación, un resumen de los diversos tipos de diezmo / maaser:
Primer diezmo.
El primer diezmo era íntegramente para los israelitas de la tribu de Leví, porque los levitas no tenían tierras para cultivar alimentos, por este motivo, las otras tribus tenían la obligación de darles un sustento. Sin embargo, ahora que no hay Templo ni levitas ministrando no se puede cumplir con este mandamiento.
“Y he aquí yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, por su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del tabernáculo del testimonio. Y no llegarán más los hijos de Israel al tabernáculo del testimonio, porque no lleven pecado, por el cual mueran. Mas los Levitas harán el servicio del tabernáculo del testimonio, y ellos llevarán su iniquidad: estatuto perpetuo por vuestras edades; y no poseerán heredad entre los hijos de Israel. Porque a los Levitas he dado por heredad los diezmos de los hijos de Israel, que ofrecerán a YIHWEH en ofrenda: por lo cual les he dicho: Entre los hijos de Israel no poseerán heredad.” (Bamidbar/Números 18:21-24)
Segundo diezmo.
El segundo diezmo era para consumirlo en las fiestas de peregrinación, este diezmo podía cambiarse por dinero, para luego comprar alimentos en la ciudad que el Eterno eligió para poner allí su nombre, esta ciudad es Ierushalaim. Sin embargo, este mandamiento tampoco se puede cumplir, porque el Templo fue destruido por los romanos, así que no habrá fiestas de peregrinación hasta que el Templo en Ierushalaim sea reconstruido, y esto sucederá en el futuro, tal como fue anunciado por los profetas hebreos. (Iejezkel/Ezequiel 37:26-28; Zejariá/Zacarías 14:16-19)
“Indispensablemente diezmarás todo el producto de tu simiente, que rindiere el campo cada un año. Y comerás delante de YIHWEH tu Dios en el lugar que él escogiere para hacer habitar allí su nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino, y de tu aceite, y los primerizos de tus manadas, y de tus ganados, para que aprendas a temer a YIHWEH tu Dios todos los días. Y si el camino fuere tan largo que tú no puedas llevarlo por él, por estar lejos de ti el lugar que YIHWEH tu Dios hubiere escogido para poner en él su nombre, cuando YIHWEH tu Dios te bendijere, entonces venderlo has, y atarás el dinero en tu mano, y vendrás al lugar que YIHWEH tu Dios escogiere; Y darás el dinero por todo lo que deseare tu alma, por vacas, o por ovejas, o por vino, o por sidra, o por cualquier cosa que tu alma te demandare: y comerás allí delante de YIHWEH tu Dios, y te alegrarás tú y tu familia.” (Devarim/Deuteronomio 14:22-26)
Diezmo los pobres.
Este es el mismo segundo diezmo, la diferencia es que cada tres años debía compartirse con el extranjero, el levita, el huérfano y la viuda, es decir, al tercer y sexto año contando desde el año de remisión (shemitá). Un dato interesante es que si hay diezmo para los pobres, quiere decir que los pobres no diezmaban, ¿Cómo podría diezmar una persona que no tiene terrenos para cultivar, ni animales para criar?
“Al cabo de cada tres años sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel año, y lo guardarás en tus ciudades: Y vendrá el Levita, que no tiene parte ni heredad contigo, y el extranjero, y el huérfano, y la viuda, que hubiere en tus poblaciones, y comerán y serán saciados; para que YIHWEH tu Dios te bendiga en toda obra de tus manos que hicieres.” (Devarim/Deuteronomio 14:28-29)
“Cuando hubieres acabado de diezmar todo el diezmo de tus frutos en el año tercero, el año del diezmo, darás también al Levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda; y comerán en tus villas, y se saciarán.” (Devarim/Deuteronomio 26:12)
Diezmo del diezmo.
Este diezmo lo tenían que dar los levitas a los sacerdotes/cohanim, y a esto se refería el profeta Malají cuando dijo “traed el diezmo completo a la cámara de la casa del tesoro” (Malaji/Malaquías 3:10), no se refería al primero, ni al segundo, porque los otros diezmos no iban a la casa del tesoro, pues solamente el diezmo del diezmo era guardado en esa cámara.
“Así hablarás a los Levitas, y les dirás: Cuando tomareis de los hijos de Israel los diezmos que os he dado de ellos por vuestra heredad, vosotros presentaréis de ellos en ofrenda mecida a YIHWEH el diezmo de los diezmos.” (Bamidbar/Números 18:26)
“Y que estaría el sacerdote hijo de Aarón con los Levitas, cuando los Levitas recibirían el diezmo: y que los Levitas llevarían el diezmo del diezmo a la casa de nuestro Dios, a las cámaras en la casa del tesoro.” (Nejemiá/Nehemías 10:38)
Avram no diezmó a un sacerdote kenaanita.
Muchos creen erróneamente que Avram le entregó un diezmo a Malkitzedek, lo cual no tiene sentido, porque esos bienes no eran de Avram, además, Malkitzedek era un sacerdote kenaanita, y los kenaanitas tenían a una deidad llamada Tzedek, por eso utilizaba ese nombre, como el rey pagano Adonitzedek a quien derrotó Iehoshúa siglos más tarde (Iehoshúa/Josué 10:1). Lo que ocurrió en realidad fue que Malkitzedek le dió a Avram los diezmos de todo, en recompensa por haber recuperado los bienes que habían sido robados por los saqueadores, pero Avram prefirió rechazar los diezmos y regalos que le habían ofrecido. (Bereshit/Génesis 14:22-23)
Ofrenda /Terumá.
Lo que si podemos hacer hoy en día es dar ofrendas voluntarias para ayudar a los necesitados de nuestra comunidad, como también a otras personas que estén pasando por un mala situación económica, veamos algunas Escrituras:
“El que cierra su oído al clamor del pobre, También él clamará, y no será oído.” (Mishlei/Proverbios 21:13)
“He aquí que esta fue la maldad de Sedóm tu hermana: soberbia, saciedad de pan, y abundancia de ociosidad tuvieron ella y sus hijas; y no fortaleció la mano del pobre, ni del desvalido.” (Iejezkel / Ezequiel 16:49)
“Bienaventurado el que piensa en el pobre: En el día malo lo librará YIHWEH.” (Tehilim/Salmos 41:1)